Praise for Cuaderno de otra parte:
«Un poemario que, si bien parte de lo que se ha dado en llamar la diáspora venezolana, lleva el tema en otra dirección, con una voz que se burla de sí misma en su empeño por cumplir con los ritos del que se fue. En tal sentido, obviando la lectura que hace de esta una escritura del exilio, este texto se centra más bien en la distancia como elemento organizador del discurso.»
—Miguel Ángel Hernández, Venezuelan poet [full article here]
«Celebro que Santiago Acosta le plantee a los lectores venezolanos un libro sumamente polémico sobre el fenómeno de la emigración en Venezuela, que aborda una serie de interrogantes importantísimas, y lo hace con mucha dignidad y con un gran conocimiento de la tradición en la cual se apoya y donde se inscribe.»
—Igor Barreto, Venezuelan poet and editor of the literary journal Sarcófago
«Si algo caracteriza el ethos de Acosta es su capacidad de recuperar gérmenes de vida en lo dilapidado y terminal. Así, el principio inversor del ironista hace las veces de antídoto contra las destrucciones que lo acechan, y la energía de la que se vale es, ni más ni menos, la de la juventud sobre la cual tanto ha estado meditándose: pasmoso adanismo de quien ha nacido y crece cuando el Apocalipsis nos ronda como posibilidad cada día.»
—Miguel Gomes, Venezuelan literary critic and Professor at University of Connecticut [full article in the journal Guaraguao, no. 64]
«Creo que nunca hemos entendido a la poesía como un arma. De haberlo hecho, podríamos decir que la poética de Salustio González Rincones y el delirio de la voz de Emira Rodríguez, por ejemplo, son un revólver y una .40 que Santiago Acosta esconde debajo de su colchón, en un apartamento pequeñito de Nueva York. Y no lo hacemos. […] Por ejemplo: cuando leemos unos versos como “Bendícenos, Padre, a los enemigos de la esperanza, / a los que nos fuimos, a los que renunciamos, / a los descerebrados por el virus del miedo, / a los que solo vemos en el presente la escoria del mañana”, preferimos acomodarnos en detalles como la oralidad que le da a la imagen el que-galicado en lugar de confrontar el cañón calibre 38 que el poeta sostiene sobre la sien izquierda de la esperanza, más cerca de Jules Winnfield recitando Ezequiel 25:17 que del guzmanblanquismo, cuando Francisco Guaicaipuro Pardo ganaba los Juegos Florales glosando el genio de Galileo Galilei a cambio de cuatro fuertes.»
—Willy McKey, Venezuelan poet, author of Paisajeno [full text here]
«Los hablantes de Cuaderno de otra parte son voces que se exponen a una moral del migrante de un país en crisis. Sí, a una moral, los que nos vamos de un país cuando las papas queman, todos los días, al menos una vez, pedimos perdón, queremos algo que nos redima del miedo que supimos sentir y del horizonte tras el cual marchamos.»
—Matías Ávalos, Chilean poet [full review here]
«Intenso, sucio y descarnado, Cuaderno de otra parte es un material inerte de la rabia que se guarda ante una perpetua y volátil catástrofe. Es un examen de los límites del abismo, y el lenguaje ante esa desgracia, sorprendentemente es igual de desgraciado, pero aún más humano. Leerlo y preguntarse qué significa esa pureza de su prosa ante las imágenes y las interpelaciones, es una jugada que punza en el espacio.»
—Josué Navarrete Navarro, Origami magazine [full review here]